el pais de la cultura mafiosa
Todos los caminos del delito conducen a palacio, son telarañas bien tejidas, complejas, simbióticas, y no es de ahora, ha sido una constante histórica, podemos comenzar por la “ventanilla siniestra” del gallo Alfonso López que sirvió para blanquear la bonanza marimbera. Cuentan que desde la guajira, los amigos de López llegaban con bultos llenos de plata para ser bendecida por los primados de la iglesia, y avalada por los políticos corruptos del “mandato claro”. Así se blanqueo el dinero de la bonanza marimbera. De esa misma forma, muchos de los hoy oligarcas colombianos se iniciaron en el contrabando, primero de licores, luego de cigarrillos. El contrabando fue el primer financiador de las campañas políticas, sino pregúntelen a los viejos de la costa, a los que conocieron eso de primera mano, o de oídas por la tradición oral. Apellidos hoy ilustres han olvidado que sus fortunas se iniciaron en las trochas de la guajira y Maicao o en los tugurios de Barranquilla. “El que peca y reza